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Ignacio García de Vinuesa es de los políticos que confunden información con publicidad y convierten su nula acción de gobierno en una campaña de marketing comercial destinada a vendernos un mundo ficticio con un único objetivo: que compremos su producto. El problema, señor Vinuesa, es que Alcobendas no es un detergente, y la publicidad y el marketing no ‘tapan’ sus carencias políticas y la ausencia de un proyecto serio y sólido para la ciudad.

Desde que García de Vinuesa ‘asumió’ la responsabilidad de ser alcalde, sólo ha tenido claro que necesitaba una estrategia de rodillo informativo y márketing comercial para mejorar su imagen y reinventar Alcobendas.

Comenzó cambiando el color institucional, eliminando el verde histórico de la ciudad y ‘tiñéndonos’ con el azul del Partido Popular, incluso en fachadas de servicios municipales como la Casa de las Asociaciones y en las dependencias de la Casa de la Mujer.

Después ‘rebautizó’ actividades con 20 años de historia, como la Semana del Deporte, para convertirla en las 100 Horas del Deporte. Llenó las páginas del SietedíaS con sus fotos para intentar que le conocieran los vecinos, publicó portadas con actuaciones que ‘dice’ son suyas pero que están pagadas por Zapatero y con propuestas que, tres años después, siguen siendo propuestas.

Y en su afición a la publicidad y al marketing comercial, lo último ha sido buzonear una carta para que los alcobendenses conozcamos sus ¿logros? en la legislatura: 55 acciones que no aguantan un debate. Como le sucede a muchos políticos del PP, al señor Vinuesa se le olvida que la ciudadanía no es tonta y que mentir tiene el riesgo de ser pillado.

Por eso, entre la retahíla de supuestas actuaciones, incluye algunas iniciadas por los Socialistas, es el caso de las viviendas de promoción pública de Fuentelucha y de la Casa de la Cultura, sin terminar después de tres años. También vende como gestión proyectos que ni siquiera va a comenzar, como los aparcamientos de las calles Nardo y Camino Ancho, y obras con proyecto arquitectónico que duermen el sueño de los justos, como la reforma de la Plaza de la Artesanía.

Los vecinos se han dado cuenta de que el señor Vinuesa es un problema, no tiene proyecto político y actúa a golpe de improvisación, sin planificación ni estrategia. Esto se nota en una ciudad como Alcobendas, por mucho que quiera ‘taparlo’ con marketing y publicidad.

No nos merecemos este alcalde.

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