Pensaréis que el titular es excesivo. Os preguntaréis qué voy a contaros en este comentario. Sin embargo, estoy seguro de que cuando lo hayáis leído la mayoría estaréis de acuerdo conmigo.
Allá por el año 1979, los españoles de la época alumbraron los primeros ayuntamientos democráticos y los alcaldes elegidos asumieron un compromiso con la ciudadanía: transformar la realidad de los pueblos y ciudades españolas, que por aquel entonces eran un fiel reflejo del atraso de nuestro país a causa de los más de cuarenta años de franquismo.
En Alcobendas, el primer gobierno democrático de la ciudad estuvo presidido por Carlos Muñoz Ruiz, un socialista que tenía un gran sueño: trabajar y poner en marcha un proyecto ilusionante al servicio de la ciudadanía con el apoyo de todos. Por aquel entonces se planificaron y construyeron las primeras infraestructuras, entre ellas, la Casa de la Cultura. Carlos murió y la Corporación municipal decidió en pleno que este significativo espacio llevase su nombre.
Pues bien, más de 18 años después, otro alcalde, el popular Ignacio García de Vinuesa, ha decidido enterrar este reconocimiento y eliminar el nombre de Carlos Muñoz Ruiz de la nueva Casa de la Cultura. Imagino que muchos estaréis de acuerdo en que se trata de una decisión que deshonra nuestra historia y la de nuestra ciudad, esa que tú y yo tanto queremos.
Por esta razón le he calificado como ‘el enterrador’, aunque también podría haberle llamado ‘el arrogante’ o ‘el antidemócrata’, porque su decisión contradice lo que se aprobó en el Pleno municipal, del 6 de mayo de 1992.
He intentado buscar una explicación a esta revisión torticera de la historia de Alcobendas y sólo encuentro una explicación: el señor Vinuesa quiere ‘borrar’ todo lo que no le gusta, lo que deja patente que es un alcalde sin proyecto, un mal alcalde. Por eso ha decidido ‘enterrar’ uno de los buques insignia de 30 años de trabajo de los ciudadanos y los gobiernos socialistas. Por eso, y porque no cree en la participación ciudadana, el señor Vinuesa quiere arrancarnos nuestras raíces democráticas. Lo que no sabe este alcalde es que ni vosotros ni los Socialistas lo vamos a consentir, por eso estamos recogiendo firmas contra esta decisión que es un ataque a la línea de flotación de la historia democrática de Alcobendas. No nos merecemos este alcalde.